miércoles, 3 de octubre de 2012

capítulo 20


Tomé mi mochila y salí a paso lento del aula. Me sentía algo debilitado por el resfriado, esperaba llegar a casa pronto. Caminé cabizbajo por los pequeños jardines, hasta llegar a la parada del bus, en donde me senté y esperé paciente.
- He localizado la vivienda de tu hermano en Frankfurt.- me viré rápidamente; Robert sonreía y me mostraba una fotografía desde su móvil. Era realmente la casa de Tom. Mi corazón empezó a latir con más fuerza, pero intenté no mostrarme débil.
- Esa no es la casa de Tom…
- Mañana iré a Frankfurt, ya sabes, por el cumpleaños de un familiar. Quizá voy aquí- Apuntó la fotografía en su móvil. –Solo para ver si realmente es la vivienda de tu hermanito.- me levanté frente a él, molesto.
- Esto es conmigo, ¡no con Tom!
- Pero si lastimo a Tom, evidentemente te lastimo a ti.- sonrió. –Sé que no querrías perder a  tu novio, sé que te gusta que tu hermano te la meta por atrás.
- Es a ti a quien le gusta que se la metan. Tú eres el marica, no yo…
- Para qué mentir. A mí sí me place, y por si lo olvidaste, en el instituto, fui yo quien te la metió a ti.
- ¡Pero lo hice por Tom!- me tomó la mejilla, burlón, y yo no me corrí. Lo escuché.
- ¿Acaso te amenazó con no volver a ponértela?- se carcajeó y después se metió al bus. Y yo preferí irme a pie, no quería estar más con ese idiota.

By Tom

Domingo 02:00pm

Llamé al timbre, y en pocos segundos el cuerpo de papá salía de la casa. Él sonrió, y se acercó para abrir la pequeña reja con las llaves. Al terminar me dio un fuerte abrazo y me ayudó con el bolso que llevaba.
- Creíamos que ya no vendrías. Tu madre se preocupó demasiado.
- Tuve algunos inconvenientes.- sonreí, y después cerré la puerta.
- ¡Tom, cariño, ven aquí!- caminé hacia mamá y me dejé envolver en sus brazos, mientras me besaba la frente.  –Iré a por Bill.- asentí. Ella subió las escaleras, y se escuchó su voz llamando a la puerta, pero nadie contestaba allí dentro. Mamá, enfadada, bajó las escaleras y se acercó a mí. –Debe haberse quedado dormido. Estaba tan preocupado por ti, creía que te habían hecho daño.
- ¿Que me habían hecho daño?- asintió.
- Sí, no sé porqué, pero estaba al borde de las lágrimas.- torcí los labios, confundido. –Se ha estado portando muy extraño últimamente.
- ¿Por qué?- pregunté, tan solo para saber más. Ella se tomó la frente; en sus ojos había preocupación, pero no quería mostrármela por completo.
- Siempre me quiere sacar el correo, me dice que espera una carta, pero nunca hay nada para él; Y siempre saca un sobre rojo y no me lo devuelve nunca;  su recámara huele a quemado algunas veces, y llora como un crío. Siempre viene en silencio de la universidad y ha adelgazado demasiado y sin razón. Come demasiado y muy sano, pero está delgadísimo.
- ¿Puedo usar tus llaves para abrirle la recámara a Bill?- ella asintió.
- Están en mi recámara.- sonreí y subí rápidamente. Después de tomar las llaves, caminé a la recámara de Bill, en donde se escuchaban algunos susurros. Al abrir la puerta me percaté de que el televisor estaba encendido, mientras él dormía con una playera blanca holgada, que hacía que sus brazos se vieran como dos pequeñas ramitas, y sus dedos, casi tan delgados como un lápiz; y un pantalón gris, en donde sus pies se veían tan blancos y huesudos.
Me acerqué y apagué el televisor, que hizo que Bill abriera los ojos y me mirara. Pareció que no me reconoció por unos segundos, pero después de tallar sus ojos y estirarse, me miró con sorpresa. Sus dientes comenzaron a castañear, y sus ojos comenzaron a empañarse con lágrimas.
- C-creí que…- susurró, y después bajó de la cama y me dio un abrazo. Le escuché sollozar gravemente, pero aun así no le devolví el abrazo. Me acarició la nuca y apoyó su cabeza en mi pecho.
- No llores más.- se separó de mí y me miró a los ojos.
- Me dijeron que te harían daño…- y de pronto, ahí lo comprendí. No lloraba por verme, lo que es peor, lloraba por miedo a que algo malo me pasara.
- Nadie me ha hecho daño, Bill, aquí estoy marica.- sonreí y le tomé las manos. –No llores más por eso.- le limpié las lágrimas y cerré la puerta para después guiarnos a ambos a la cama. -¿Cómo estás tú?
- Bien…
- Seré un poco más claro.- me lamí los labios. –Escuché el mensaje que me enviaste.- bajó la mirada. -¿Para qué me necesitas a mí?
- No es nada…- la puerta se abrió y ahí estaba mamá, con sobres en la mano.
- ¿Hoy también quieres mirar el correo primero?- dijo con una sonrisa. Bill se apresuró y tomó los sobres en sus manos. –Bueno, estoy haciendo la comida, en un rato bajan.- asentimos. Mamá cerró la puerta y Bill se echó en la cama, estornudó un par de veces, y después miró todas las cartas y las iba colocando a su lado. Después se encontró con un sobre rojo, y su respiración se hizo insana.
- ¿Esperas una carta de alguien?- fingí que no sabía. Bill no me contestó, y se apresuró para abrir el sobre. Desdobló un papel y después comenzó a llorar de nuevo, arrugando el papel con enfado. – Hey, ¿ahora por qué lloras?- él no me contestó. –Déjame ver eso.
- ¡No, Tom!
- No puede ser algo tan malo, déjame verlo.- tendí mi mano.
- Pero después te vas de aquí…- asentí.
- Me voy.- él miró mi mano aún tendida, y después colocó el papel en ella. Lo desdoblé con rapidez y miré  la cosa más extraña que nunca vi. Una imagen, claramente truqueada acerca de Bill y de mí, en donde Bill me hacía sexo oral, mientras yo metía dos dedos dentro de su esfínter. –Pero que… ¿¡Qué es esto, Bill!?
- ¡Me joden con eso todos los días!
- ¡Te tuvieron que haber jodido por una razón!, ¿¡qué es lo que has dicho acerca de nosotros en la universidad!?
- ¡Yo no he dicho nada!
- Oh, por favor, Bill, ¡esto no se lo inventaron por nada!... Estás enfermo…- abrió los labios con sorpresa, y sus lágrimas se detuvieron.
- N-no estoy enfermo…
- ¡Solo mira esto!- le mostré la imagen; él la miró, inexpresivo. –¡Algo tuviste que haber dicho para que esto pasara!
- ¡Lo dijeron por tu culpa!
- ¡¿Mi culpa!?, ¡tú eres el incestuoso de mierda!
- ¡Lo dijeron porque tú estabas de marica dándome besos en el cuello, Tom!, ¡Nos vieron cuando me besabas!, ¡ES TU CULPA!- me quedé en silencio, entrecerrando los ojos. Bill me empujó fuera de su habitación y cerró con el pestillo.  Después bajé y busqué a mamá; ella estaba en la cocina, haciendo agua de frutas; me miró y sonrió.
- Ya casi está lista la comida.- asentí y después me senté en una silla de desayunador.
- Mamá, ¿puedo hablar contigo?
- Claro que sí, dime.- dijo, mientras partía algunas manzanas.
- ¿Sabes si a Bill le molestan en la universidad?
- Bueno, en la Pre-universidad sí le molestaban terrible, hasta le golpeaban, es por eso que lo sacamos por un tiempo. Pero no estoy segura de que lo molesten ahora. ¿Por qué?
- Eso sí lo sabía, pero, creo que lo siguen molestando.
- ¿Él te lo ha dicho?- torcí los labios y negué.
- Pero, no se me hace normal que esté adelgazando tanto y se enferme tan seguido. Es que ni siquiera se maquilla ahora.- ella asintió, dejando de partir las frutas.
- Últimamente ni siquiera quiere salir con sus amigos o con su novia.- me quedé pensativo. Parte de que le molestaran había sido mi culpa, y Bill trató de ocultármelo para que no lo supiera. Me puse a jugar con el cierre de mi chamarra, mientras el silencio tomaba su lugar en la habitación. Era inevitable que a todos nos preocupara el bienestar de Bill, porque él era capaz de quitarse la vida.
- ¿Sigue cortándose los brazos?- pregunté después. Mamá me miró seria y asintió.
- Un poco menos que antes, pero ahora también se corta todo su cuerpo. El psicólogo dijo que era muy grave la profundidad con la que se hacía las heridas, y podría atravesar un nervio.
- No puede hacérselas tan profundas…- dije, casi en burla, pero realmente preocupado. Era un puto masoquista, no me sorprendería que le gustara que le gritaran y maldijeran en la universidad.
- Yo tampoco me lo creí, Tom, pero un día me las mostro… parecía que se había arrancado la piel entera.- Abrí los ojos con completa sorpresa. –Hemos intentado sacarle las navajas, pero siempre encuentra algo con lo que hacerse daño.- la voz de mamá sonaba tan triste. Era claro que ella era quien más se preocupaba, pues en tres años y medio, Bill se había vuelto, del niño tierno, sano y feliz, a la persona débil, pesimista y triste.
- Mañana pasaré por él a la universidad, ¿sí?, sólo… quiero poner en claro algunas cosas.
- Está bien.-asintió.
. . .

By Bill

Rinnng….riiinngg
- Mhh…- me senté y apagué el despertador. –Cof…cof…mierda…- ahora tenía tos, ¿¡Cuándo voy a acabar con esto?!
Me metí al baño para darme una ducha y al salir, me coloqué un pantalón de mezclilla oscura y una playera holgada gris; me cepillé el cabello y me coloqué crema en mi cara. Me puse unas zapatillas blancas y después salí del baño para hacer mi cama y tomar mi mochila para irme.
- ¡Cariño, tu desayuno está en la mesa!- gritó mamá.
- ¡Lo he visto enseguida, gracias!- le respondí también con un grito. Me senté en la mesa y comí lentamente. Tom llegó con un plato con pan endulzado y se sentó en la mesa, frente a mí.
- ¿A qué hora sales de la universidad?
- A la una… ¿por qué?- solo negó y se centró en su comida. Su presencia me hizo sentir nervios, entonces solo me levanté y salí de casa a paso rápido; tomé el autobús y traté de dormir un poco más ahí.

12:52pm

- ¿Por qué no nos avisaste que vendría? Y nos lo dices hasta ahora.- dijo Gustav con una sonrisa. Yo negué.
- Porque no creí que realmente vendría…
- ¿Y cómo lo están llevando juntos?- bajé la mirada, de nuevo ese hoyo negro me succionaba a sus adentros, de nuevo sentía ese vacío en mi interior y ese dolor en el pecho que me hacía quebrarme por la mitad.
- M-mal…- sentí la mano de Georg en mi espalda.
- No lo pueden estar llevando tan mal.- dijo Andy. –Es decir, hace ya un mes que regresaste de Frankfurt, algo te tuvo que extrañar, aunque sea un poco.
- Pues no parece…- suspiré, tan solo para no echarme a llorar. –Robert envió una fotografía a mi casa.- Andreas abrió los ojos con completa sorpresa.
- ¡No me digas que Tom la vio!- asentí. - ¿Qué te dijo?
- Me ha culpado de todo; me dijo que era un enfermo…
- Vamos, tal vez solo se alteró, no tienes por qué preocuparte tanto.- dijo Georg, con una pequeña sonrisita esbozada en sus labios.
- ¿Saben?, ya no quiero hablar más de Tom. Mejor voy por mis cosas al aula.- me levanté y caminé cabizbajo, mirando las mis pesados pasos. Ni siquiera yo podía cargar con mi propio peso, me sentía débil, sin alguna pizca de fuerza. Busqué en mi bolsillo las llaves de mi casillero y al encontrarlas, las apresé fuertemente en mi mano.
- ¿Cómo estás, Bill?- le di la espalda y tomé mi mochila. –Te estoy hablando, mal educado.
- Cierra tu puta boca. Déjame solo.
- Algo me dice que estás enfadado.- se burló.
- Dime, ¿cómo te fue matando a mi hermano?- me di la vuelta y lo miré, retándole. Él se puso serio y bufó. Se acercó a mí en un movimiento rápido y brusco, sentía su respiración cerca de mí.
- Puedo destrozar lo último que queda de tu absurda vida.- sonreí, levantando las cejas. Me pasé la lengua por los labios, sintiendo mi perforación en ellos. De alguna forma me sentí fuerte.
- Oh, ahora ya no sé si creerte.- dejé salir el aire por mi nariz. –Me amenazaste, me dijiste que le harías daño a mi hermano, pero, al parecer te faltan los huevos para tocarle un pelo. Eres un mentiroso, Robert, quisiera ver que tuvieras los cojones para ponértele en frente a Tom.- su cara era inexpresiva, pero me dejaba hablar sin problema. Me escuchaba. –Ya no me importa lo que hagas.
- Es todo, acabas de tocarme las pelotas. Ahora te atienes a las putas consecuencias.- golpeó la pared con su puño, justo a mi lado. Cerré los ojos con algo de miedo, pero después los abrí, simulando que no sentía nada de eso. -Para la próxima, aprende a cerrar el hocico antes de hablarme con pintas de macho.- se acercó peligrosamente a mí. Me atrapó el labio inferior con sus dientes y comenzó a apretar su mandíbula, haciéndome daño.
- Hmm, d-deja-me…- le di un golpe en el estómago, pero él me detuvo las manos con las suyas y las apresó. Dejó de morderme y me dio un beso, yo me corrí rápidamente, pero el volvió a hacer lo suyo con sus dientes. -¡Gu…gustav!- lo miré de pie en la puerta, espantado. -¡Por favor…ayúdame!- mi voz sonaba tan estúpida gracias a sus dientes cortándome los labios. Me mordió mi perforación del labio y comenzó a jalarla. -¡Ahh… déjame!- la mordió un poco más fuerte, y después la soltó, junto a mis labios.
- ¿Qué hiciste?...- dije casi en un sollozo. Mi labio me punzaba y sentía mi sangre brotar dentro y fuera de mis labios. Escuché su mano en mi piel, haciendo un fuerte sonido. Me tomé la mejilla y lo miré con miedo.
- ¿Seguirás de marica?, espero que no, porque tengo muchas cosas preparadas para ti.- volvió a acercarse a mí. –Maricón de mierda.  Ni siquiera le importas a tus amigos, solo míralos ahí.- me obligó a mirar a la puerta. Ahí estaba Gustav, Georg, (tu nombre) y Andy, mirando con miedo. –Mucho menos ese estúpido de lentes de mierda. ¿No le estabas suplicando?, ¡dime!- me apretó el cuello.
- S-sí…
- Y él no se hizo amago de mover un dedo. ¡Oh, cuanto les importas!, no son más que unos hipócritas.- bajé la mirada. –Nos vemos después, niñita.- me dio un rodillazo en la entrepierna, que me hizo gemir y retorcerme.
Me quedé tirado en el suelo, mirando cómo salía del lugar, en seguida escuché un fuerte gemido y un cuerpo caer al suelo. Traté de reincorporarme para mirar, y ahí miré a Robert en el suelo, tomándose la mejilla, y frente a él, estaba Tom, con las manos hechas puño.
- ¿Quién mierda te crees para golpear así a mi hermano?, ¿¡quien coño te crees que eres para inventar estúpidos rumores de incesto sobre nosotros!?- abrí los ojos con completa sorpresa; el dolor se me había pasado rápidamente, solo miraba a Tom, completamente enfadado.
- Oh, Tom viene a proteger a su princesa.- se carcajeó, mientras se levantaba. –Me dijo que extrañaba esas pelotas en su boca.- La tez de Tom se puso roja.
- Te estoy dando una puta advertencia.
- Quien da las advertencias aquí, soy yo.- Tom le agarró del cuello y lo estrelló contra la pared.
- ¡No quiero ver que vuelvas a tocar a mi hermano!, si le tienes ganas no es su culpa, ¡tal parece que le extrañas desde la preparatoria!- Robert se quedó serio.
- ¡No vengas a defender a tu princesa cuando lo único que has hecho es herirle!
- Oh, ahora te preocupas por eso.
- Él folló conmigo para  obtener el perdón el cual tu princesa asegura no le has dado. ¡No te trates de ver como el puto héroe maricón!
- ¡Nuestros problemas familiares pásatelos por las pelotas, a ti no te incumben!, No quiero volver a ver ninguna fotografía truqueada como esas, ¡quiero que digas la puta verdad!- le dio otro golpe en la cara.
- No estoy ocultando nada, yo mismo te vi lamiéndole el cuello a esa perra.- me apuntó. -¡Y lo de la fotografía es totalmente cierta, había demasiadas en las paredes, esa yo no la toqué!- la cara de Tom se deformó.
- ¿Cuál fotografía?- dijo en tono retador.
- Esa donde tu puto hermano anuncia que será un invitado más para prostituirse.- abrió los ojos con sorpresa. Robert se la sacó de los pantalones y se la mostró.
- ¡Si Bill se llegó a prostituir o no, no es tu puto problema!, ¡Estas juzgando sin conocerle!, ¡coño, que ni siquiera sabes si la foto es real!
- ¡La foto es real, y agradece que tomé solo esa, que había unas más comprometedoras en donde se mostraba en pelotas como una zorra!- un golpe en la nariz y no más en el estómago. La sangre de su nariz comenzó a brotar. Después Tom se acercó a él.
- ¡HIJO DE PUTA!- lo tiró al suelo y ahí empezó a patearlo; Robert se ahogaba en gemidos de dolor, y se veía incapaz de hacer algo por su vida. Tom tomó el metro de la maestra, yo lo miré asustado, él pensaba golpearlo con eso.
Y lo hizo, por donde sea le pegaba, y parecía que Robert ya no se movía. Su cara estaba llena de su propia sangre. Tom le escupía encima mientras murmuraba cosas sin algún sentido. Miré a la puerta y miré a mis amigos pálidos y petrificados. Si Tom seguía así, acabaría matándole; y de pronto, me vi a mí en el lugar de Robert, y a Robert en el de Tom; a diferencia que Roberto yo estaría muerto de miedo, llorando, pero él se lo callaba todo. Entonces, como un idiota comencé a llorar como un crío, sintiendo de alguna forma el dolor de Robert, escuchando el metro chocar con su piel y pequeños gemidos saliendo de sus débiles cuerdas. Y grité.
- ¡TOM, YA DEJALO!- pero él no me escuchaba, solo me echó una mirada enfadada. Me arrastré hasta llegar él y metí mi brazo a la pelea; tom alcanzo a golpearme con fuerza en el hombro y después me miró. -¡DIJE QUE LO DEJARAS, TOM!- me sorbí la nariz.
- Hazte a un lado, Bill, está pagando por todo lo que te ha hecho, ¡Este no es ni la mitad del dolor que tú has sentido por su puta culpa!, ¡quítate!
- Por favor, ya no le pegues…vámonos de aquí, Tom…- El soltó el metro y me miró, con las manos abiertas. Me levanté del suelo y caminamos fuera. Georg se metió al aula, seguido por los demás. Yo caminaba detrás de Tom, sacándome las lágrimas, mientras él iba erguido. Al llegar a su auto, se quedó suspirando ahí, sin meter las llaves. Me miró y después negó, echando el aire con completo enfado.
- Deja de llorar.- dijo con voz firme.
- Casi lo matas…
- De no ser por ti, lo hubiera hecho.
- Lo dejaste ahí tirado…
- ¡No te entiendo, Bill! ¿¡Es tu puto novio o el hijo de puta que te hace imposible respirar?!
- Pero es una persona…- volví a soltar lágrimas.
- Ni siquiera puedo defenderte porque te cabreas. Entonces te dejaré para que el pobre de Robert no sufra.
- Gracias por defenderme… pero… Es que tú antes no eras así, Tom…
- ¡CAMBIÉ, BILL!
- ¡Pero nunca habías golpeado a muerte a alguien!, ¡me da miedo que llegues a matar a alguien por tu puta reputación!
- No lo hice por mi reputación, ¡lo hice por ti!- bajé la mirada. -¿Es que no entiendes, Bill?... por ti soy capaz de matar a alguien.- lo miré, con el corazón retumbándome con fuerza, me sentí mal, esta vez me había roto completamente.


4 comentarios:

  1. wooooooooooooow! DDD: ese Tom casi Lo mata!. . . . .
    Dios ya quiero saber que mas pasara?
    Mueroooooo!
    Cuidate y un abrazo :D
    lalalallaa amo tu fic y no me canso de decirtelo!

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  2. OH POR DIOS!!! AMO A TOM ES MI HÉROE!! :DD Casi mata al estúpido de Robert WOOW! Pero se lo merecía haha! ME ENCANTO TANTO QUE MUERO POR LEER EL PRÓXIMO! Me emocione mucho! Que lindo que Tom defienda a Bill eso es tan tierno ME ENCANTO!--Yo por ti soy capaz de matar a alguien-- AME ESA FRASE!!! Me enamore mas de la fic :DD Espero subas pronto quiero saber que pasara! CUÍDATE MUCHÍSIMO Y TE MANDO UN MILLÓN DE ABRAZOS!!

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  3. aaawwww que tiernoo Tom defendiendo a su hermanitooo awww
    mee encantooooo
    espero el prox
    bye cuidate:)

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  4. Dios!!!!! woooow me encanto
    Tom es capaz de matar a alguien por su hermano awwwww!!!! me encanto en serio ya espero el proxx ok esta genial cuidate

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