jueves, 27 de septiembre de 2012

Capítulo 17

- No lo creo, ¿de verdad?- preguntó Gustav, preocupado.
- Sí, y papá ni siquiera me lo dijo.
- Vaya, ¿y no quieres tener otro perrito?- bajé la mirada.
- Bueno, ya tuve otro, pero también ha muerto. Por ahora no quiero tener.
- Entiendo. Bueno, mi perrita está preñada, apenas lo supe hace unas semanas. Si es que quieres uno, no dudes en decirme.- sonreí.
- Gracias.- El proyector se prendió, todos miramos ahí con confusión. Aun no era la hora de que comenzaran las clases, apenas eran las 7:20Am.
- Creo que empezaron las clases muy pronto.- dijo (tu nombre).
En la pantalla salía un título en letras blancas que decía >>Su amor secreto<<, Después letras violetas con un nombre… él mío. Gustav me miró confundo, haciendo que yo le devolviera la misma expresión. Entonces miré ahí otra vez. Era un vídeo. Estábamos Tom y yo en su auto, el día en que me regresó a Hamburgo. Tom besaba mi cuello y yo sonreía; desde al ángulo en el que se veía, parecía que yo acariciaba su pecho y entreabría los labios, alargando el cuello. Después aparecían fotografías. Sus labios en mi cuello, mi cara que realmente era de adormilado y no de otra cosa; después una, en donde ambos estábamos fuera del auto y él me besaba la frente. >>Tan solo se sentía que el incesto con su hermano gemelo lo hizo creer en el amor de nuevo<<

Negué.

Fui preso de todas las miradas del salón; Hasta la de la maestra. Todos se burlaban y susurraban mientras me miraban. Me levanté de la silla cabizbajo, aguantándome las lágrimas.
- ¡ESO NO ES VERDAD!, ¡Todos son unos mentirosos, yo no hago nada con mi hermano!- dije en un sollozo. Me salió un quejido agudo, el cual me dejó completamente avergonzado, entonces salí del aula y corrí hacia los baños.
- Sabía que tu hermano te odiaba… creo que es completamente lo contrario.- Era Robert, que sonreía ampliamente y se cubría los labios para evadir las carcajadas.
- ¿Por qué lo hiciste?...- dije en un sollozo. -¡¿Por qué lo has enseñado a todos!?- Él se puso serio.
- Prácticamente tú me diste el permiso de arruinarte la vida.- sonrió.
- No hago nada con mi hermano… ¡tengo novia!
- Pues yo los estuve viendo, y parecía que te excitaban tanto sus lamidas en tu cuello.- se carcajeó.
- No eran lamidas, ¡Eran besos!
- Ah, es lo mismo.- tragué saliva y me limpié las lágrimas.
- Somos gemelos… ¿¡por qué mierda lo querría como algo más?!- se encogió de hombros. –Tom es así, Robert, ¡le gusta joderme con eso, NO LO HACÍA CON OTRA INTENCIÓN!- mis ojos se vieron inundados con mis lágrimas; me sentía impotente, tan mal. Nunca en toda mi vida había conocido a alguien como Robert; ni siquiera a Maurice.
- No estarías llorando de no ser así. Al menos tú sientes algo fuerte por él.
- Claro que siento algo fuerte, ¡Es mi hermano!
- No me refiero a eso. Él te gusta, se te para cuando piensas en él.- Bajé la mirada, avergonzado.
- ¿Por qué pensaría en mi hermano de esa forma?...- Él comenzó a burlarse  a lo bajo.

- Bill, por favor abre.
- ¡Vete, no quiero ver a nadie!
- Vamos, amigo, déjame hablar contigo.
- ¡No quiero, Georg, pírate de aquí!
- No puedes estar encerrado en el baño todo el día.- me limpié las lágrimas y abrí el pequeño cubículo. Él me tomó de los hombros y me abrazó con fuerza. No entendía el porqué de su afecto, pero la verdad es que poco me importó, lo necesitaba tanto como él lo hacía, entonces le abracé. –Tranquilízate un poro, amigo.
- Sinif…snif…hmm- dejó de abrazarme y me miró a los ojos, me sacó las lágrimas con sus dedos y después miró mis brazos, negando.
- No te lastimes de esa forma. Mucho menos por sus estupideces.- me escondí los brazos, tratando de limpiarlos con mi playera. Pero él tomó un pedazo de papel higiénico y me ayudo a limpiar la sangre. –Hey, ya no llores, Bill, tranquilo, ¿sí?- mis labios comenzaron a temblar. Hice un puchero para que dejaran de hacerlo…seguro me vi patético.
- Snif… ¿tú viste el vídeo?...snif…- Sus ojos penetraron los míos, y de pronto dejó de limpiar mis brazos. Asintió, apresurándose a bajar la mirada  y limpiar de nuevo. No dije una sola palabra, sabía que le incomodaba hablar de eso, y no sabía exactamente por qué; quizá él creía que realmente gustaba de mi hermano.
- Salgamos de aquí, Bill.- me tomó del brazo y me guió, pero yo me tensé y negué.
- No quiero… - Tragó saliva y miró su reloj.
- Casi es hora de devolvernos a casa, solo falta una hora. Has estado aquí todo el día.
- Quiero quedarme aquí, no quiero salir…- me tomó las mejillas y se acercó a mí.
- Respóndeme una cosa. ¿Haces incesto con tu hermano? O ¿Te atrae de alguna forma?- me tragué las lágrimas y lo miré directo a los ojos.
- No.- y me solté de su agarre para salir de ahí.
- Entonces yo no sé porque huyes de los demás.- bajé la mirada, avergonzado.


- No lo creo, Bill, ¿¡por qué nunca me lo contaste?!- Era Andreas, que me tomaba de los hombros, espantado. Estaba junto a Gustav y (tu nombre), quien se miraba ida. – ¿De verdad hacen actos incestuosos?, vaya mierda, me creía de Tom que era un mujeriego de mierda pero… bueno, vamos.- se quedó en silencio, razonando lo que acababa de echar.
- Guarda silencio, Andreas, que todo es una obra mal montada.- Dijo Georg. Andreas abrió los labios, negando.
- ¡Pero se mira tan claro cuando Tom le besa!- me hice de oídos sordos y solo me pase de ellos, caminando hacia el aula para ir a por mi bolso. Me pasé la mano tras de mi oreja, acomodando mi cabello con ansiedad mientras me hundía más en mis hombros al saber que, una vez más, todos me miraban.


Al paso de dos semanas, los rumores habían crecido aún más, y de una forma terrible. Enviaban al correo de casa fotografías truqueadas sobre Tom y yo. Los maestros se habían enterado, me aterraba que ellos fueran a contarle algo a papá o a mamá, me ponía enfermo el simple hecho de imaginarlo.
La campana había sonado para avisar que el día aquí se había acabado. Tomé mi bolso y me apresuré a la puerta.
- Trümper, ¿podrías quedarte unos minutos para hablar?- me golpeé la frente y retrocedí hasta su mesa. Gustav me miró confundido.
- ¿Te espero?- negué. -¿Seguro?- me mordí los labios, y lo miré a él. Odiaba quedarme solo ahora, pero no lo iba a retener, así que al final solo asentí y aparté mi mirada de la suya y la puse sobre la maestra.
- ¿Cómo estás, Bill?
- Bien, gracias.- Ella sonrió.
- Bueno, pero psicológicamente, ¿cómo te encuentras?- puse mis manos entre mis piernas, nervioso.
- Bien.
- ¿Estás seguro?- asentí. –Bill, que he visto como te hostigan todos. Y sé porqué es.- Mierda, era lo que menos quería, que los maestros se enteraran de algo tan absurdo como eso. Era el último grano de sal que faltaba para hacerme arder más el estómago. –Quiero que seas sincero conmigo y me digas si los vídeos son reales.- tragué saliva en seco, tratando de deshacer ese estúpido nudo.
- Bueno…- jugué con las cutículas de mis uñas, enfermizo. –Sí son reales.- se produjo un silencio de los más incómodos que nunca había vivido.
- ¿Haces incesto?- dijo después de unos minutos. Mis órganos ya estaban hechos una mierda de nudos; me era difícil hablar, aunque yo supiera la verdad de todo, aunque decir un simple “no” fuera lo único que debía hacer para que me dejara irme a llorar en paz. – ¿Bill?- la miré.
- No. Yo no hago nada…- dejé caer mi mirada a mis piernas temblantes.
- ¿Él te obliga a hacerlo?- fruncí el entrecejo, aún sin mirarle. Negué.
- Desde pequeños… mi hermano suele darme besos de esa forma…a mí no me gusta…
- ¿Le has dicho que te molesta su forma de mostrarte cariño?- mis ojos se estaban aguando sin saber la razón de ello, pero no quería llorar ahí.
- N-no…
- Bill, ¿Han mantenido intimidad, o al menos ha intentado hacerlo?- Me quedé en silencio, intentando recordar algo; pero no, Tom nunca lo intentó, ni siquiera creo que le interese.
- No…
- Quizá tu hermano tenga algún interés diferente hacia ti.
- Tom ni siquiera me quiere…
- Mírame, Bill.- negué. –Por favor, mírame.- levanté la mirada a sus ojos. –si él no te quisiera no te mostraría cariño de esa forma. No digas eso.
- ¿P-puedo irme ya?
- Me gustaría hablar contigo.
- Por favor…- dije con agudeza, tratando de contener las lágrimas. –Déjame irme ya…- asintió.
- Está bien.- me levanté de la silla y salí corriendo del aula fuera de la universidad.
- Eeeh, ¿a dónde vas, marica?
- Déjame en paz, Robert…- sonrió.
- Solo quiero decirte que uno de mis amigos ha enviado una hermosa fotografía a tu buzón.- me cubrí los labios. Él comenzó a reír. –Corre antes de que mami la mire.- le di la espalda para comenzar a correr, pero él tomó mi bolso y sacó mis libros de ahí, aventándolos a ambas direcciones del pasillo, y después tomó mi bolso y lo aventó con fuerza hasta tocar la primera escalera. Me impresionaba su fuerza, no podía creer que lo había lanzado tan lejos. Él solo se aplaudió su estúpida victoria.
Con desesperación, caminé a por mis libros. Llorando. Mamá no podía enterarse de que me molestaban en la universidad, no podía saber que creaban rumores con mi hermano y conmigo. Corrí por mi bolso y metí torpemente mis libros en él. Después me apresuré a la puerta.
Al llegar, mamá justo abría el buzón, siempre lo hacía antes de comer. Abrí la puerta con rapidez y le tomé el hombro; ella me miró con una sonrisa, pero después la borró al mirar que lloraba.
- Por favor, mamá… dame el correo…
- ¿Qué tienes, cariño?- negué.
- Nada… por favor dámelo…
- ¿Esperas una carta de alguien?
- S-sí…- mentí. Ella negó.
- Aún no ha llegado nada para ti, todo esto es para papá y para mí.
- ¡Por favor!- sollocé. Mamá me miró con confusión.
- ¿Por qué lloras, Bill?
- Déjame verlo, después te lo daré…
- Bien, tranquilo. Ponlo en la mesa cuando termines de verlo.- asentí, tomando las cartas y facturas. Me metí en casa y aventé mi bolso por el suelo, después me senté en la sala y comencé a mirarlo todo.
- Ahh…- sollozaba mientras miraba todo y no lo encontraba. Estuve a punto de dejarlo todo, pero ahí encontré un sobre con el mismo título que habían puesto en el vídeo y lo abrí. Estaba la fotografía, tan obscena. Me sentí aliviado y después lo dejé todo en la mesa, guardándome el sobre en el pantalón.
Me encerré en mi recámara y lloré como creía jamás lo había hecho. Me oculté bajo mis cobijas e intenté ya no pensar más en eso, pero  que me era imposible, simplemente ya no quería regresar a ese lugar, ya no quería volver a ver caras conocidas, caras que solo miraban con odio sin saber si quiera porqué miraban de esa forma a una persona que no había hecho nada malo. Y los errores que había cometido, los había hecho para volver a ser feliz.


Riiingg…Riiinnggg
Me tallé los ojos y tomé mi móvil con cansancio. Sentía los ojos hinchados por tanto llorar, me sentía exhausto. Acepté la llamada y me coloqué el móvil en el oído.
- ¿Hola?
- Bill, soy yo, Georg.
- Ah, hola…
- ¿Todo está bien?- tragué pesado.
- Sí…
- Bill, me gustaría hablar contigo.
- No quiero hablar con nadie. No por ahora.
- Mañana es fin de semana, ¿puedo pasar por ti a tu casa?- me costó demasiado pensarlo y darle una respuesta, pero recordé que él había sufrido la muerte de su hermana, y que a pesar de eso, se preocupaba por mí.
- Sí…
- ¿Has estado llorando?
- Me he quedado dormido al hacerlo.
- Es mejor que hoy descanses, olvídate de la universidad ahora.
- Lo intentaré.- se escuchó una pequeña risita.
- Bueno, entonces nos vemos mañana.
- Está bien.
. . .
- Cariño, tienes visitas.- dijo mamá en el umbral de la puerta. –Es Georg, dice que van a salir.- asentí y me levanté de mi cama.
- Ya voy.- ella me dejó el paso libre.
- Nunca creí que te vería salir de casa sin maquillaje puesto.- sonrió.
- No me apetece hoy.- me acarició la mejilla.
- Así te ves guapísimo.- bajé la mirada.
- Ya me voy mamá, te quiero.
- Yo también. Diviértete.- me dio un beso en la frente.
Salí de casa y ahí me lo encontré, de pie en el umbral de la puerta, con una pequeña sonrisita en sus labios. Me guió a su auto. Ahí dentro él me miró con seriedad y sacó un suspiro cansino mientras arrancaba. Paró frente a una cafetería y se sacó el cinturón de seguridad, mientras me miraba y sacaba las llaves del auto. Bajamos y nos metimos en la cafetería; Georg pidió los cafés y al tiro, después de que la charola tocara la mesa, comenzó a hablar.
- Espero que no hayas traído dinero, porque yo te lo estoy invitando.- sonrió.
- No es necesario, Georg, yo tengo dinero.
- Que pena.- se carcajeó. Yo sonreí.
- Gracias.
- Ni lo digas.- sonrió. –Ahora tienes que contármelo todo.
- ¿Contarte qué?
- Qué fue lo que pasó cuando fuiste a Frankfurt con Tom.- bajé la mirada.
- No.
- Vamos, quiero ayudarte.
- No voy a hablar de eso.
- Bueno. Yo quiero contarte algo que me pasó.- asentí. –Quizá ya sabes que Mandy murió.- su voz se entrecortó. –Espero que aun la recuerdes.
- Claro que sí la recuerdo. Tu hermanita.- asintió.
- Sí, vaya, era tan molesta.- se carcajeó. -¿Te digo algo que ella me dijo?
- Dime.
- Bueno, ella gustaba de ti.- rió. – ella me lo dijo.
- ¿De verdad?- asintió. –Entonces por eso eran esas miraditas y su extraña amabilidad que tenía conmigo  y con los demás no.- reí. Él asintió.
- Sí, encontré en su computador un par de imágenes tuyas.- me carcajeé.
- No lo creo. ¿Quién querría tener imágenes de mí?- me cubrí los labios para reír.
- Le encantaba escuchar cosas sobre ti. Todas las noches era casi mi deber platicarle lo que habías hecho durante el día.
- Vaya, que linda. Nunca me lo imaginé.
- Ella tenía un buen corazón.- bajó la mirada. –Nunca habría querido herir a alguien, y a ella le herían todos los días en el instituto.
- No estés así, amigo… Dios solo la quería a su lado.- asintió.
- Lo sé.- tragó saliva.
Pasamos un buen rato. No me había carcajeado así desde hacía mucho; pero después de unos minutos me decidí a decirle la verdad de todo. Tan solo para desahogarme. Solo por eso y… por volver a ser feliz.
- Me violaron siete veces.- dejé salir, Al principio Georg pareció no pescarlo, pero fueron solo segundos hasta que lo hizo y me miró serio. Yo sonreí.


3 comentarios:

  1. aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah! Maldito Robert! Probecito de Bill lloro ToT
    asi que la hermanita de Georg gustaba de Bill!
    Cuidate y un abrazo :D
    me haces llorar! :c

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  2. oooww! T__T llore... Ese Robert estúpido que le pasa? como inventa estupideces de Tom y Bill... Maldito hizo llorar a Bill... T__T... Ojala se solucione y olviden esos rumores tan falsos!
    ME ENCANTO COMO SIEMPRE... NUNCA ME DECEPCIONAS! Eres genial ;-)
    Mil abrazos y espero el próximo!

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  3. siempreeee me aces llorarrrr bueno primeramente hola
    soy nueva y mee encanta tus historias te sigo desde "AMOR POR ACCIDENTE" la verdad me encataaaa como escribes sigeeeee
    y yo tambien escribo fic este es el mio
    http://enamoradadebill.blogspot.com.ar/
    ojala me puedas apoyar con tus comentarios te loagradecería mucho
    bye cuidate:)

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