lunes, 17 de diciembre de 2012

Capítulo 56


Desperté por la madrugada, inseguro, Bill no estaba entre mis brazos, y eso me hizo sentir enfermo por completo; mi corazón dio un vuelco terrible, comenzaba a ponerme histérico. Me saqué las cobijas del cuerpo y lo busqué por la habitación; en el baño escuché arcadas, y saqué un suspiro de alivio; me volví a meter en la cama y unos minutos después, escuché la cadena del váter y los cepillazos que Bill daba en sus dientes; él salió del baño y la habitación se quedó en la penumbra, sentí la cama hundirse ante su peso, y su respiración entrecortada.
- ¿Te sentiste mal?
- Sí… lo siento, ¿te desperté?
- No, he despertado solo. ¿Te sientes mejor?
- mjum…- sonreí. Ni siquiera sabía por qué susurrábamos, éramos los púnicos en toda la casa. -¿Por qué despertaste, Tom?
- No sé, no había estado durmiendo tranquilo.
- Ni yo… ¿Tom?
- Dime.
- ¿Recuerdas cuando te dije que quisiera que todos fuéramos animales?
- Sí.
- Pues me lo he planteado de nuevo, ¿y sabes qué?, creo que es una completa tontería, porque los animales no pueden diferenciar a un miembro de su familia, ¿entiendes?... entonces, si fuéramos animales, tal vez no te reconocería y no sabría que eres mi hermano.
- ¿Y eso es muy malo?
- Sí, estaría solo, sin ti.
- A veces pienso que estarías mejor sin mí, pero yo no estaría mejor sin ti. Aunque, nuestro padre me decía que siempre hiciera lo mejor para ti.
- ¿Y crees que lo mejor para mi es estar sin ti?
- Pues sí, la prueba está en lo que pasó con Maurice, estuvo a punto de matarte, por mi culpa.- lo sentí abrazarme, ocultando su cabeza en mi pecho.
- Si morimos, lo haremos juntos.- sonreí, acariciándole la espalda.
- Sin duda, pero moriremos viejos.
- ¿Aunque le tengas miedo a la crecer?
- Aunque le tenga miedo; aparte te lo prometí ¿no?, me quedaré bien vivo hasta conocer a dos hijos tuyos.- rió a lo bajo.  –Vamos, duerme ya, que tenemos que despertarnos temprano para irnos a Hamburgo.
- Bien…
- Si te sientes mal, me despiertas, ¿sí?
- Bueno.- dijo en una risita. –Buenas noches, Tom, te quiero.
- Buenas noches.- besé su cabeza.


- ¿Has empacado todo, Tom?- dijo, mirándose al espejo.
- Eso creo.
- ¿Dejarás tu cama aquí?
- Sí.- sonrió negando. –Te espero abajo, enano; si escuchas algo anormal no bajes ¿sí?
- Bien, bien, ya no tardo más.
- No te preocupes.- sonreí y caminé al pasillo; los ladridos de Zander me llenaron los oídos, parecía estar enojada y asustada, entonces, sólo para asegurar, saqué el arma de mi maleta y bajé las escaleras con rapidez. –Ven, bonita, ven.
- Oh, ¿a dónde vas, Tom?- el corazón me dio un vuelto al tiro, ni siquiera fue  necesario levantar la mirada para saber que era Maurice quien me hablaba. Me erguí, y ahí le miré una pistola en cada una de sus manos. -¿ya te vas?
- No te importa.- sonrió.
- Te escapas de lo que ya no puedes soportar, ¿no?, es típico de ti, siempre por el camino fácil.
- ¿Qué quieres, ah?, ¡dilo rápido que no tenemos tu tiempo!
- Quiero vengarme de ti. ¿Recuerdas, >> la decisión más difícil vendrá cuando estés al borde de querer echarte a suplicar una disculpa<<? Vengo a cumplir mi palabra.- me apuntó con una pistola, y yo al tiro le apunté con la mía.
- Estas asegurando que me voy a echar de rodillas a pedirte una disculpa.
- Por supuesto.- sonrió.
- ¡Qué equivocado estás!
- Vamos, Tom, date por vencido, así nadie va a sufrir.
- ¡Ni hablar!
- ¿Quién te crees que eres, eh? Todo el barrio estaba mejor sin ti pretendiendo ser alguien mayor; cuando te cortabas los brazos, ¡justo como tu hermano!, cuando te sentías solo, cuando nadie te quería aquí.
-  O quizá estés celoso porque yo sí tengo amigos.- se carcajeó.
- ¿Tú tienes amigos? ¡JA!, ¿esa zorra y los tres perros falderos?, ¡esos nos son amigos, imbécil!, deberías darte cuenta, ¡ellos sólo están a tu lado porque con tu fuerza puedes protegerlos! Cuándo tu hermano llegó, ellos se alejaron más de ti.
- No.
- ¡Sí!- las manos comenzaban a sudarme, y lo único que pedía era que mi hermano no pensara en bajar las escaleras. –Estás acabado, Tom, ¡siempre lo estuviste!, siempre rodeado de personas que no te quieren, ¡incluso tu hermano!
- ¡No sabes nada de Bill!
- Sé que él haría todo por ti, y tú no harías nada por él. Sé que tu hermano aceptó ser follado por más de seis personas, sólo para ponerte contento, y tú jamás lo harías por él. ¡Eres un puto falso!, quieres tener a todos chupándotela, cuando tú jamás moverías un puto dedo por un “amigo”.
- Y te reflejas en mí ¿no?, porque persona más falsa que tú no hay. Tienes que follar forzado porque nadie lo haría por placer, tienes que tener un montón de perras a tu alrededor diciéndote lo fuerte y valiente que eres, porque tú solo no te lo puedes creer, ¿verdad? Nunca tuviste una familia que te apoyara con tus decisiones, ni siquiera una que te dijera que está decepcionada de ti, ¡porque jamás te quisieron!, ¡Mira en dónde acabaste, en un barrio de mala muerte!
- Igual que tú.
- Y yo lo hice por decisión propia, tú no.
- Qué buenas decisiones, tomas, ¿eh?, ¿y tus padres te apoyaron en esta?, ¿te dijeron que estaba bien traer a tu hermano enfermo a un lugar como estos?, porque si fue así, no quiero tener unos padres como esos. Te quitaron atención porque lo secuestraron, ¿no?, incluso llegaron a golpearte por expresarte, ¡todos acabamos aquí por eso!, ninguno tiene el puto apoyo de nadie, ¿pero y tú qué haces realmente aquí, Tom?, ¿Probarte a ti mismo que eres fuerte? ¿Obligarte a pensar que el recuerdo de tus padres no te jode cuando te perfora las pelotas?
- Yo…- me tembló la voz, y él se carcajeó.
- ¿A dónde te diriges ahora, Tom? A la casa de tus padres, ¿verdad?, los extrañas y no puedes evitarlo. De este barrio eres tú el más débil; ni siquiera tu noviecita Roxann es tan cobarde como tú. Odias admitirlo, Tom, pero tú terminaste perdiendo aunque salgas con vida de aquí.
- ¡Tú pierdes!- le di un golpe en la mejilla, haciendo que él se la tomara y sonriera a pesar del dolor.
- Ríndete ahora, Tom, vamos, no ganarías aunque pusieras todo tu empeño.
- ¡Jódete!- cargué la pistola, y él me miró serio.
- ¿Enserio piensas matarme?- Zander ladró como una loca, y Maurice apuntó una pistola a ella. –Yo no pienso matarte a ti, así no sufrirías, ¿verdad?- tragué saliva con pesadez. –Quiero verte llorar.
- ¡Nunca!
- ¿Estás seguro?
- Jamás me vas a ver llorar. Puedo ser débil, incluso el más débil de todos, pero puedo matar sin resentimiento, puedo ser tan insensible como una roca.
- Bueno, eso lo veremos.- sonrió. Zander se acercó a mí, sin ladrar, y Maurice la siguió con el arma.
- Tom, estoy listo.- escuché a mi hermano bajar las escaleras.
- No le grites, Tom.- dijo Maurice.
- Pensaba que quizá en Hamburgo podríamos ir a…- Maurice le apuntó con la otra pistola, dejándolo de pie a mi lado, tieso.
- Comencemos.- dijo Maurice. –Te estuve analizando, y tu perra es demasiado para ti, es como una hermana, ¿no?, como tu hija quizá.- yo respiré entrecortado, mirándolo fijamente. –Pero, ¿qué tan importante sería si la comparas con tu hermano?- ya sabía hacia donde giraba todo esto. –Tu perra estuvo junto a ti cuando más solo te sentías, cuando tu hermano se fue a Hamburgo. Bill ha estado contigo casi toda tu vida.
- ¿Qué quieres?- le pregunté serio.
- Que elijas a uno. A tu perro, o a Bill.- sonrió, descojonándose. Me quedé en silencio, Bill temblaba a mi lado, y Zander se había acostado a mis pies. Zander, a quien le prometí que no sufriría nunca más estando conmigo; Bill, a quien también le prometí que nunca pasaría más miedo, a quien le prometí que jamás sentiría dolor. – ¿Por qué te tardas tanto en elegir, Tom?, ¿es que acaso quieres igual a un perro que a un ser humano?
>>Ganaste<< pensé >>Has logrado lo que querías, has logrado que quiera echarme de rodillas para suplicar un perdón. Lo hiciste sin necesidad de un golpe<<.
Eran mis hermanos, deshacerme de alguno de los dos era…como perder la mitad de mi cuerpo en una guerra, era como ser despojado de lo que amas en un segundo, era como matar…porque al final yo decidía quien de los dos se iba, y era una decisión que tendría siempre en mi mente, que hasta el final de mis días se quedaría ahí.
- Mátame a mí entonces.- negó.
- ¿En serio crees que si fuera tan fácil te lo habría planteado?, no quiero ver sufrir a ellos, quiero verte sufrir a ti.- la respiración se me agitó de pronto, la presión por saber qué era lo que mi hermano pensaba me volvía loco; quería irme corriendo, quería gritar, o simplemente apretar el gatillo de mi pistola para matarlo a él primero; pero sabía que tenía bien medidos mis movimientos, que con un sólo movimiento de mis manos, él dispararía, y se acabaría todo. Él me veía, sonriendo, disfrutando del momento, y yo sólo pensaba en ellos, en que iba a matar a uno, con mi consentimiento, con todo lo que conllevaba…estaba muerto.
- A Zander…- ella movió su rabito al escuchar su nombre, y a mí, se me cayó el corazón al suelo.
- ¿Quieres salvar a tu perra?- se carcajeó.
- No… quiero salvar a mi hermano…- él sonrió.
- Hmm, bueno, tú lo decidiste.- apretó el gatillo, y Zander comenzó a chillar y gritar con fuerza, haciendo que un gemido que ocultaba mis lágrimas saliera por mis labios. Me hinqué a su lado, acariciando su cabeza; Zander aún gritaba, y se revolvía con dolor.
- Ya, linda… tranquila…- Bill se acercó a mí, acariciando a Zander mientras ella dejaba de moverse y sólo chillaba levemente. Me manché las manos de su sangre, y la rabia me subió por la sangre; vi a mi hermano por unos segundos, que lloraba mientras acariciaba a mi perra. Miré de reojo a Maurice, que serio, se guardaba el arma en su bolsillo.
Estaba distraído, y yo me vengaría. Tomé mi arma en mis manos, y puse mi dedo en el gatillo, apuntando hacia Maurice, que puso la mirada sobre la mía y levantó las cejas; yo tragué saliva con pesadez y me separé un poco de Zander, después, di un suspiro. Se escuchó el disparo fuerte, y dejé caer la pistola al suelo, las manos me temblaban y el corazón me perforaba el pecho.
El disparo no había salido de mi pistola.
- Ahh…- escuché su gemido.
- Bill…- me di la vuelta. -¡Bill! ¡ERES UN HIJO DE PUTA!, ¡MI HERMANO NO! ¡BILL NO!- se enfureció, y apuntó la pistola de nuevo. Disparó un par de veces más, y Bill se convulsionó. -¡Ahh!- sollocé. –Bill… Bill…- lo mantuve en mis brazos, mientras sangre salía de sus labios y su pecho.
- Hmm…- gemía con dolor. Maurice se carcajeó.
- Te lo dije, te vería llorando, ¿y sabes algo?, es lo más gracioso. Te quedaste solo, Tom.- se dio la vuelta y salió de mi casa.
- Bill…hermanito, escúchame, vas a estar bien…- tomé su móvil de su bolsillo y llamé al papá de Emil. –Todo se pondrá bien, Bill…- sus parpados perdían fuerza.
- ¿Hola?- antes de contestar, sentí a Bill respirando rápidamente, intentando no perder la respiración; le acaricié las mejillas y entonces contesté.
- Soy Tom…yo, mi hermano está…
- ¿Estás bien, Tom?... ¿Tom?...- dejé caer el móvil al suelo, su pecho dejó de moverse, y sus ojos se quedaron inmóviles y vacios.
-  ¿Bill? ¡ESCÚCHAME, HABLAME, BILL!...¡¡¡BILL!!!- pegué su pecho en el mío, abrazándolo con fuerza. –No…tú no, Bill…hermanito, por favor…
>>¿Sabes?, morir a causa de una bala es lo que más miedo me da.<<
Me deshice en sollozos fuertes, abrazándole, manchándome con su sangre. Le acaricié el cabello y le recosté en el suelo, tomándole las mejillas, mirándole a los ojos.
- No puede ser.- me di la vuelta al escuchar esa voz; Bonny, Emil, Roldhan y Denis estaban en el umbral, mirando. –Tom…
- ¡Váyanse de aquí!, ¡pírense idiotas!- miré a mi hermano, y cerré sus ojitos maquillados, volviendo a los sollozos. –Billy, por favor…
Muerto en vida, era así como me sentía. Si últimamente no le veía un buen sentido a mi vida, ahora menos; Estaba acabado, llenó de miedo y ganas de morirme. Si sólo nos hubiéramos ido antes a Hamburgo, si no hubiera intentado matar a Maurice…mi hermanito estaría vivo…
- ¡NO PUEDES ESTAR MUERTO!, ¡Levántate, marica!
- Tom…- ella se acercó a mí, pero la empujé con fuerza. –Lo van a cromar, ya he hecho la llamada, dicen que es lo mejor para ti.
- ¡NADIE SABE QUÉ ES LO MEJOR PARA MÍ!- le levanté la playera a mi hermano, donde su pecho estaba hecho una mierda, lleno de sangre. -¡MI HERMANO ESTÁ MUERTO!... ¡LO MATÉ!
- Tú no lo mataste, Tom…
- Yo lo maté…- tomé su maleta y saqué una playera limpia; le saqué la que tenía puesta, y con las mangas de mi playera sequé su sangre, hasta que sólo salía poquita. Le puse la playera limpia y con mis pulgares le quité las lágrimas que le habían corrido su maquillaje. –Sólo mírate, Bill… así eres perfecto…
- Tom, basta…- me tomó los hombros. –Han llegado.
- ¡NO!, ¡LARGUENSÉ DE AQUÍ!- le acomodé su cabello. Los hombres se lo llevaron... y me dejaron solo…destrozado.
- Ven aquí, Tom, está bien.- Emil y Roldhan se llevaron a Zander. Mi corazón dio golpes fuertes, mis lágrimas no cesaban y la abracé con fuerza.


Hamburgo 2:57pm
Dejé la urna en el asiento copiloto. Antes de bajar del auto, me miré en el espejo de la visera, verificando que mis ojos no se miraran rojos; me viré a la casa, no tenía los huevos para mirarlos y decirles que por mi culpa mi hermano había muerto.
Timbré.
En pocos segundos escuché los tacones de mi madre por las escaleras y el pasillo que daba a la puerta; cuando la abrió me miró confundida, seguro lo hacía por mi aspecto desaliñado y las bolsas bajo mis ojos…seguro también porque Bill no estaba junto a mí.
- Tom…
- ¿Me dejas entrar?- musité con las voz hecha una mierda; mamá me miró confundida, sabiendo claramente que algo no estaba bien, y que por obviedad, se trataba de Bill.
Abrió la puerta en toda su amplitud y yo pasé, con la mirada gacha y las manos sudándome insanamente; me senté en el sofá de la sala, frente a la chimenea prendida levemente, perdiendo mi vista entre las flamas bailando despreocupadas. Ella cerró la puerta y caminó lentamente hacia mí sentándose a mi lado.
- ¿Vienen de Frankfurt?- preguntó en un tono amargo, jodiéndome más con esas palabras. Yo asentí, apresando una mano con la contraria, sintiendo el sudor recorrer en ellas. -¿Quieres agua o algo de beber? Te ves terrible.- sólo asentí para que me dejara un momento solo; ella se levantó del sofá y caminó hacia la cocina.
Me mordí los labios completamente deshecho, intentando recobrar el último trozo de cordura que me quedaba; suspiré hondo, y quité con mis pulgares las pequeñas lágrimas que se asomaron por mis lagrimales. Ella regresó con el vaso con agua y me lo pasó a las manos; le di un trago pequeño, suficiente para mojar mis labios.
- ¿Estás mejor, cariño?- asentí, dando pequeños golpecitos en el vaso con mis uñas. -¿Quieres decirme qué te pasa?, ¿Tu hermano se fue con Andreas?... ¿Tom?...- tomé el valor de mirarla a los ojos y negué; su cara se puso pálida, y mordió sus uñas.
- Bill está…- las palabras se me cortaron.
- ¿Se quedó en Frankfurt?- negué. -¡¿En dónde está, Tom?!- el corazón se me aceleró de pronto, negándose a sí mismo el dolor.
- ¿Enserio quieres saber?- ella me miró seria, sus labios comenzaron a temblar.
- Por supuesto que quiero saber, ¿está con (tu nombre)? O tal vez con Gustav o… ¿está con sus amigos?
- N-no…
- ¿Está en el hospital?, ¿tuvo una crisis por lo del VIH?- sentí el calor en mi cuerpo, estaba aterrado, lleno de pánico.
- M-Maurice quería vengarse de mí… Bill tenía miedo de que algo me pasara… yo le dije que se mantuviera arriba si escuchaba algo…- una par de lágrimas me saltaron de los ojos. –Maurice…lo mató… Bill está muerto…- se quedó en silencio unos segundos, incapaz de decir una sola palabra.
- ¿Qué?- negó. –Es imposible; mi hijo no está muerto.- se cubrió la cara son sus manos, y yo sólo la miré. -¿En dónde está?...
- En el auto…- me miró seria.
- ¿Qué le hiciste, Tom?
- Cremación… - se deshizo en un llanto desgarrador, y me dio un golpe con sus puños en el pecho. –Mamá…
- ¡¿Por qué, Tom!?... ¡tenía que verlo!...tengo que verlo… ¡Lo tuviste que consultar con nosotros!...
- Tres disparos en el pecho y golpes en la cara… ¿lo querías ver así, mamá?, ¡¿querías verlo lastimado?!- se puso a llorar otra vez.


Bill siempre dijo que no quería velación o una misa, decía que era tan triste ver a los que amaba llorar por él. Y por eso, se lo respetamos. También dijo que quería ver a sus padres vestidos con colores relucientes, y a mí también, en especial el turquesa, su color favorito. Quiso que sus amigos fueran de naranja, y el resto de la familia, de verde; quería que sólo le dejáramos un pequeño ramo de anémonas moradas y un par de velas aromáticas; quiso que lo enterraran con el CD de James Blunt, el que reproducíamos en las navidades anteriores y cantábamos juntos… y quiso que se quedaran en silencio, que no dijeran una sola palabra o  que rezaran por él; que todo estuviera en silencio.

Yo estaba separado de todos, mirando cómo se llevaba a cabo todo aquello, no podía acercarme, era mi culpa que todo esto estuviera pasando…

- ¿Cómo estás?- no me viré, sabía que era Georg, que me tomaba el hombro. No respondí una sola palabra. –Todo está bien, ¿sí?- negué para mí mismo, bajando la mirada, con el corazón perforando mi pecho.
- Yo lo maté…- me miró a los ojos, negando, y me envolvió en sus brazos, pero yo no le respondí el abrazo.
- No es cierto.- la familia se iba, y sólo quedaron sus amigos y mis padres. Georg dejó de abrazarme y me tomó del brazo, para que me acercara ahí. –Si quieres llorar, hazlo.- me dijo.
- Eso es de débiles.
- No es verdad, necesitas llorar, no estás bien.
- Estoy bien, déjame solo.
- Tom, ¿vienes con nosotros?- dijo mi padre, serio.
- No…
- ¿Te devolverás a Frankfurt?- negué.
- Quiero quedarme con Bill…- él asintió, y caminó junto a mamá.
- ¿Quieres compañía, amigo?- dijo Andreas, acercándose a mí, quitándose las lágrimas.
- Quiero estar solo con mi hermano.- ellos asintieron y se marcharon. Me senté en el pasto, suspirando hondo; cuando vi que nadie más estaba ahí, me deshice de las lágrimas en mis ojos. –Bill…Billy…


5 comentarios:

  1. nuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu ToT dios nuuuuuu! Bill!
    Dios he llorado como nunca . . .
    Maldito Maurice!!
    ToT :'( sigo llorando . .

    Cuidate y un abrazo :')

    Sigo llorando ToT

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  2. TTTTTT_______________________TTTTTTTT DIOS MIOOOO... ESTOY LLORANDO COMO NUNCA... LLORO TANTO PERO TANTO TE LO JURO... ESTOY TEMBLANDO! Ayy pobrecito Bill... y que hara ahora Tom.... No dejode llorar.... MALDITO MAURICE.... MALDITO MALDITO MALDITO!!!

    Sube pronto por favor CUIDATE MUCHO Y UN GRAN ABRAZO!!

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  3. TTTTTTTTTT___________TTTTTTTTTT LLORE UN MAR!! ToT SIGO LLORANDO! AHORA QUE SERA DE TOM??
    siguela porfavor!!!
    cuidate mucho!!!abrazote y buena vibra!!!

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  4. Oh dios estoy llorando T.T
    te juro lloro T.T
    Maldito Maurice
    continua pronto
    cuidate bye

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  5. Soy nueva lectora hace una semana. Y te juro que amo como escribes.
    No... no puedee serrr! BILL esta muertoo T.T Llore un mar, aun no me la creooo!! Maurice maldito, lo odio! Ojala que se mueraa!! Porque Tom no lo mato la primera vez que lo viooo! AAAAAA ahora Tom esta solito :C NOOOOO!! Quieroo a Bill!! Esto es lo mejor que he leido en mi vida... eres la mejor escritora que puede existir. Nunca habia sentido tantas emociones juntas por algo,es la mejor fic de que he leido.
    Lloro en todos los capitulos, de verdad es que esto es lo tuyo, eres mi idola ksdjllajd Me gustaria haber visto este fic antes! Es el mejoor de todos! Nadie te supera, tienes que dedicarte a esto.
    Tienes que seguirlaa o no podre morir tranquiaa!! Sube que mañana se acaba el mundo jejejje y no sabremos que pasa! :Ccc No tengo palabras para seguir expresandome tu fic es tan.. aklsdjaldksdljad
    Bye! Cuidate!

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