jueves, 13 de diciembre de 2012

Capítulo 54


- ¿Cómo haces para ser tan tierno conmigo después de todo lo que te he hecho?- me preguntó al siguiente día, aún dentro de la cama, con la mirada en el techo y los brazos en su cabeza, simulando un almohadón.
- No soy tierno, Tom.- sonreí. –Me parece que he sido injusto.
- ¿Injusto?- asentí.
- No me había dado cuenta de todo lo que haces por mí. ¿Me perdonas?- sonrió y me miró a los ojos.
- Estoy harto de perdonar cuando no lo siento, o no dar un perdón cuando realmente quiero decirlo.- no le comprendí mucho, pero esperé un momento a que continuara con una explicación que nunca llegó.
- ¿Y esta vez lo sientes?- se sentó, quitando las cobijas de abdomen; sacó una pequeña sonrisa, sin mostrar sus dientes, y después, pasándose las rastas a la espalda, asintió levemente.
- Podría decirse que sí.- rió. –Aunque, a veces llegas a ser tan castrante que…
- ¡Oh, Tom!- me carcajeé. -¿Nunca puedes tener un momento de “hermano y hermano” normal?
- Creo que dejamos de ser hermanos hace cuatro años.- me puse serio. –Al menos ninguno de los dos se ha comportado como uno; creo que si alguien nos ve por la calle creería que somos enemigos teniendo una charla de vida o muerte.- sonrió, contagiándome una risa extraña, que más que risa, me daban nervios.
- Tienes razón…, nunca nos comportamos como lo que somos, con razón mamá me dijo un día que habíamos cambiado demasiado.
- ¿Lo hicimos?- nos miré a ambos en mi mente hace unos años, y después, miré a mi hermano frente a mí, serio, con expresión agotada.
- Eso creo, ¡sólo míranos!, desde que llegaste a este lugar todo se puso diferente, te hiciste más… ¿cómo decirlo?, independientemente torpe.- me carcajeé.
- ¡Oye, marica!- se carcajeó también. –Cuando regresemos a Hamburgo todo será diferente, supongo, ya no habrá más lame culos cerca de nosotros, y estaré en tu cursi boda con (tu nombre).- sonreí.
- Y yo en la tuya con… Roxann.
- ¡Ni hablar!, no pienso casarme nunca.
- ¿Relación libre?
- Exacto.
- ¿Y si tus hijos piden que se casen?
- ¿Hijos con Roxann?- se descojonó, tomándose el estómago con fuerza; yo sólo sonreí. –Creo que ninguno de los dos quisiéramos o podríamos tener hijos.
- Oh, no digas eso, ¡me lo prometiste!
- Si es que Maurice no me mata antes.
- No, Tom…- se puso serio, mirándome a los ojos, con arrepentimiento.
- Perdón, no quise decirlo así.
- ¿De verdad piensas que va a matarte?
- No sé.
- ¿Sabes lo que yo pienso?- me miró. –No creo que haya personas tan malas, quiero decir, él no piensa matarte, sólo quiere… qué se yo, que le pidas perdón por algo, no creo que te tenga entre las pelotas, de verdad no pienso que sea capaz de matarte.- él sonrió.
- Tú piensas de las personas como algo extraordinario, ¿no?, piensas que en la vida el bien siempre le gana al mal; pero dime una cosa, ¿por qué te secuestraron?, ¿por qué han matado a demasiadas personas?, ¿por qué hay tantos robos?, sólo por una cosa, ¡por el dinero!, este mundo se mueve por el dinero, no por el amor o las buenas acciones. En esta vida tienes que pararte y caminar con las pelotas bien puestas para no caer.
-Entonces tu dime por qué existe el amor, ¿por qué entre diez personas sólo dos son malas?, yo te diré, ¡por el amor!, por lo regular las personas malas lo son porque no tuvieron amor o atención en su casa de niños.
- ¿Y por qué sus padres no les dieron amor? ¡Porque son malos!
- Porque no valoran, Tom.- apartó su mirada de mí. –Les tiene que pasar algo horrible para darse cuenta de que lo que les daba felicidad no era el dinero en sí, ¡Eran las personas y el amor!
- ¿Y mientras tanto qué? Si ya han matado, ¿qué pueden hacer entonces?, no pueden volver a la vida a las personas que mataron.
- Para eso existe la moral y el subconsciente. Pienso que tal vez Maurice tiene problemas o al menos los tuvo y los proyecta con violencia, ¡por Dios, es igual que tú!- me cubrí los labios segundos después de haber dicho eso; Tom me miró, parecía furioso, mierda, lo había cagado todo… o tal vez no.
- ¿Qué?, ¿igual que yo?
- Pues sí… tú todo lo quieres arreglar con violencia, ¿o no?
- ¿Sabes? Ya no tengo ganas de hablar. Iré a trabajar.- se levantó de la cama y se colocó su pantalón de mezclilla, después batalló un poco para ponerse las zapatillas y caminó a la puerta, mientras tomaba una goma para recoger sus rastas.
- ¿A trabajar?, ¡pero te han despedido!
- A un lugar lejos de ti.- cerró la puerta, dejándome dentro de la recámara, pero  yo salté de la cama y la abrí, persiguiéndolo.
- ¿No puedes tomarte todo menos enserio? ¡Juegas con tu muerte y no lo puedes hacer por un gran parecido a Maurice!
- Cállate, Bill, ¡siempre tienes que arruinarlo todo!
- ¡Quien lo arruina eres tú, siempre tu humor es como el de una cabra loca!
- ¡Qué te follen!
- ¡Ya está, perdóname ¿sí?!
- ¡No!
- ¡Coño, pero quién puede entenderte a ti!
- ¡Nadie, Bill! ¿Es que no te das cuenta? ¡Abre los putos ojos!, ¡nunca llegarás a conocerme, contigo no soy más que otra copia del Tom auténtico!
- ¡¿Por qué lo haces?!, ¡quieres que confíe en ti, y cuando lo hago me dices que no lo haga! ¿Cómo puedo estar entonces contigo?
- ¡Ese es el punto!, ¡ni siquiera con todo lo que te he hecho te das cuenta de que NO TE QUIERO A MI LADO!- salió de la casa, cerrando con un portazo.
¡Puta, que nunca lo podía poner contento!, desde que puse un pie en Frankfurt me tiene de las pelotas, cada cosa que digo siempre termina con ser una pelea. Estoy cansado de que todo sea siempre igual, siempre gritos, golpes y sobre todo, siempre ignorado. Subí a su recámara de nuevo y tomé algo de ropa para darme un baño rápido, que con el puto frío se me congelaban hasta los huesos.

By Tom
Cuando volví a casa por la tarde, Bill estaba recostado en la cama, mirando el televisor con un vaso con agua; al mirarme en el umbral, se quedó plasmado, llevando sus ojos por todo mi cuerpo, molesto, ¿pero qué digo? ¡Estaba más que mosqueado, cabreadísimo!, pero yo me hice de la vista gorda y me eché en la cama, a su lado, sin prestarle nada de atención. Minutos después, un silencio inconfundible nos hundo a ambos; era el silencio ruidoso, en el cual, ninguno de los dos soportaríamos más sin decir una palabra.
- Tom…
- Jódete.- me crucé de brazos, viendo el televisor sin mirarlo realmente.
- ¿Por qué siempre te molestas por todo?
- Dije que te jodieras.
- Escúchame, ¿sí?
- ¿Qué quieres?
- Que me perdones.
- Para ti todo es tan fácil de arreglar con un >>perdón<<.
- No es cierto, contigo me di cuenta de que no es así.- se convulsionó, con dolor.
- ¿Qué tienes?
- ¡Nada!- se tomó el estómago. –Perdóname, por favor.
- ¿Recuerdas lo que te dije? Estoy harto, de verdad.
- ¿Quieres decir que no lo sientes? ¿No sientes que debes perdonarme por un error?
- Todas las personas se escudan diciendo que cometen errores, cuando están más que consientes de lo que hacen.
- ¡PERDÓNAME!
- ¡No es mi obligación, Bill!
- Por favor…- bajó la mirada; sus ojos estaban llenándose de lágrimas rápidamente. –Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento…
- No te jode, Bill, ¡te pasas por el forro cada cosa que te digo! ¡Piensas que la vida es tan fácil!
- ¡No pienso así, Tom!, pienso que he sufrido demasiado para ser tratado así sin una explicación… ¿Por qué no puedes comprenderlo, Tom? ¿Por qué coño piensas que me he quedado contigo?
- Fácil, ¡para huir de todo lo que sufrías allá!- Asintió, metiendo sus labios en su boca, mordiéndolos para no llorar, se levantó de la cama y salió de la habitación. Cualquiera que lo conociera, sabría que estaba mintiendo, que sólo asentía para calmar su sangre hervida.
Me sentía completamente lleno del orgullo que según mi hermano, me podría desde adentro; pero también sentía esa impotencia y ganas de bajar a con él, pedirle disculpas aunque aún no las sintiera presentes. Me estaba dando cuenta de lo bueno que era para herir a las personas con unas simples palabras. Tal vez era por eso que comenzaba a sentirme solo, y quería llenar ese hueco con la tristeza y el dolor de otros. ¿Qué estás diciendo, Tom? ¡Tú eres el fuerte, la persona a la que todos le temen! Si tú no te lo crees, ¿entonces quién mierda va a hacerlo?, quizá sea por eso que Maurice me tiene bajo una amenaza… porque te comportas como un maricón con sentimientos de pijo inútil.
Lo vi entrar de nuevo a la habitación, secándose las lágrimas, con un polerón de mangas largas.  Se hincó frente a la mesa de noche y empezó a sacar toda su ropa, con rapidez, lleno de furia. Yo sólo lo miré actuar, sin preguntarle una de las muchas preguntas que comenzaban a formarse en mi cabeza; lo vi levantarse, tomar un bolso y aventarlo en la cama; después se sentó en la misma, metiendo la ropa en su bolso, casi sin respiración, por las lágrimas que aún no querían irse. Se llevó el bolso al hombro y caminó a la puerta.
- Qué, ¿te vas?- se quedó de pie.
- …Sí…- salió de la habitación, y yo, como un loco caminé tras él.
- ¿>><<?, ¿sólo >><<?, ¿Tan fácil como decir >><<?- me miró, serio.
- …Sí…
- ¿Y tú de qué vas, eh?, ¡ni siquiera tienes pasta para irte!
- No te importa.
- Sí me importa.
- ¡No, no te importa!
- ¡Que sí me importa, coño!
- Le he hablado a papá, le dije que no quería estar más aquí…
- ¿Va a venir él por ti?- negó.
- Va a mandar un taxi.
- Qué fácil es huir de lo que no te gusta, ¿no?- me recargué en la pared, siendo víctima de su mirada confusa.
- Y qué fácil es tratar a una persona como un nada, ¿verdad?
- Verdad.- sonreí, él sólo negó.
- No es gracioso; Eras la última persona de la que hubiera pensado como lo hago ahora.
- ¿Cómo lo haces, ah? Siempre te lo dije, y si no lo comprendiste, ¡no es mi culpa!
- Por eso me voy, Tom, ¿es tan difícil comprenderlo?, acabo de entender que no quieres pasar ni un segundo más conmigo, ¡listo, lo tengo bien presente! Eso era lo que querías, ¿no?
- Exacto. Pero entonces quien lastima no soy yo solamente, también eres tú.
- ¿Yo?
- Sí, tú.- se quitó las lágrimas de las pestañas y se acercó un poco a mí, pero yo negué. –Vete, eso es lo que quieres, ¿no?, ¡anda!
- ¡¿De qué vas tú, Tom?! ¡¿QUÉ ES LO QUE QUIERES?!
- ¡No quiero nada, sólo quiero que te vayas!
- ¡Pues eso voy a hacer!- se dio la vuelta y bajó las escaleras a paso rápido, después sólo escuché la puerta principal cerrarse.
- ¡HIJO DE PERRA!, ¡IDIOTA!- grité, respirando con agitación.
- ¡Ahh!- escuché un gemido y un golpe en el suelo. Zander salió de mi habitación hecho una fiera, ladrando y aullando.
- ¡¿Dónde está tu hermano?!
- Yo…hmm, no sé…- era Bill…
Caminé a mi recámara y tomé la pistola de mi mesa de noche, después bajé a paso lento, tratando de hacer el menor ruido. Cargué la pistola y apunté frente a mi pecho con ella. Bill estaba tirado en el suelo, hecho una bola de pánico, siendo aplastado por la nuca con la mano de Maurice.
- ¿Me lo dirás, o te mato?- Bill intentó sacudirse, gimiendo y quejándose por el dolor que le causaba la enorme mano de Maurice.
- ¡No…no sé en dónde está…de verdad!- sollozó, histérico.
- ¡SUÉLTALO!- Maurice levantó la mirada, y con una enorme sonrisa, puso más fuerza en su nuca. ¡Coño, que podía romperle el cuello! –¡Dije que lo soltaras!- le dio un guantazo a mi hermano en el trasero y se lo masajeó, después sacó un arma de su bolsillo y se levantó, dejando a mi hermano tirado en el suelo, pero se levantó rápidamente y corrió hacia mí, escondiéndose detrás mío, llorando.
- El  pobre tipo salía de tu casucha llorando, ¿qué le hiciste, Tom? ¿Lo violaste?- se carcajeó.
- Bill, ve arriba, por favor.
- No…
- ¡Por favor, Bill! Puede matarte…
- No, Tom…snif…no quiero que te mate a ti…- sollozó.
- No me va a matar, te lo prometo. Pero no quiero que te mate a ti.
- Tampoco me matará, lo juro…- le di la espalda a Maurice y le tomé las mejillas.
- Por favor, hermanito, te prometo que después de esto todo será diferente. Nos mudaremos a Hamburgo y viviremos juntos, sin peleas, ¡lo juro!- susurraba. Bill sonrió y asintió.
- Está bien, pero… nada…- subió las escaleras con rapidez.
- Espero que no le hayas dicho que nadie saldría herido, porque no es así.
- Claro que no, tú saldrás herido, cojeando como un perro.- se carcajeo.
- Espero que estés seguro de todos tus movimientos, al menos no creo que quieras dejar a tu hermano viviendo en este barrio solo.- tragué saliva, por primera vez, asustado.


¡Hola de nuevo!
Muchísimas gracias por los comentarios del capítulo anterior, de verdad, ustedes son las que me hacen sentirme bien c:
¿Saben? Los problemas se me han hecho interminables, sé que sonaré un poco (demasiado) dramática, pero, no puedo concentrarme tanto en esto. Adoro su comprensión, de verdad, pero creo que esto se está volviendo un caos para mí; no siento que esta historia esté yendo por un buen camino y tal.
He tomado la decisión de terminarla en unos capítulos. Yo me lo tomo como algo serio, ¿saben?, incluso me duele dejarlo, porque para mí escribir (o intentar hacerlo) es lo único que me hace estar lejos de todo lo que pasa en mi realidad... y lo sé, debería seguirla si eso me pasa cuando escribo, pero últimamente pasan cosas realmente preocupantes conmigo. No quiero que piensen que lo hago para que me den ánimos, sus palabras siempre las tengo  presentes, y me encanta que a alguien le guste lo que hago, es sólo que, ya no puedo estar bien con nada.
espero que me comprendan, (y creo que es escrito más de esto que del propio capítulo jajajaja) Y bueno, ¡que tengan un hermoso día! 

3 comentarios:

  1. T___T la historia va genial! T___T ¿pero seguiras ecribiendo verdad?dime que si... QUE TUS PROBLEMAS NO TE ATORMENTEN!! Cuidate mucho!!que la pases bien!

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  2. Yo opino lo mismo... Pues eres una gran escritora! Nos haz hecho feliz a muchas leyendo tus historias... Son realmente buenas, yo entiendo que tengas problemas... Muchas los tenemos, incluso yo me he identificado con tus historias y es por ello que siempre estoy al pendiente de leer... No la vayas a dejar por favor... Porque yo se que el escribir hace que de desahogues y cada quien tiene un talento... Y el tuyo es este! Eres muy buena escribiendo y de verdad te admiro... Solo tu haz provocado que lloré de felicidad, tristeza, emoción y mil cosas mas... Y todo porque eres realmente dedicada... Yo quiero que sigas escribiendo... Eres muy buena te lo repito, y realmente he quedado conforme con cada capitulo... Porfavor no flaquees por tus problemas! :) te doy un consejo... Nunca dejes algo que amas :) Cuidate muchisimo! Y espero se vayan solucionando tus problemas... Eres una gran escritora! ^ ^

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  3. owwwwwwwwwwwwwwwww a mi me encanta tus historias . . . Por favor no dejes de escribir . . . Eres mi escritora favorita . . . Tus historias son magnificas . . Y con un toque que atrapa en cuanto lees . . . Es una pena todo lo que estas pasando . . Y deseo que todo se soluciones . . Y sabes que aquí cuentas con tus lectoras para todo . . .
    El capítulo lo ame espero que no pase nada malo con Tom . .

    Cuídate y un enorme abrazo :D

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