lunes, 23 de julio de 2012

Prólogo


 Hamburgo, 8 de diciembre, seis veintiuno de la noche. Oficiales invaden nuestro hogar; todos ellos serios, mirando a mamá llorar con desesperación. Escucho a papá al teléfono dentro de la cocina. Estoy asustado. La mirada de papá se pone sobre mí, y se acerca, tomándome de la mano con fuerza; miro a un policía.

- Por su seguridad, no intente hacer la búsqueda usted sola.- fue lo último que escuché antes de que papá me hiciera subir las escaleras.

Me hizo sentarme en mi cama. Me miró a los ojos y acarició mi mejilla, serio. Se inclinó frente a mí y suspiró. Lo entendía todo, pero por alguna razón mis cuerdas vocales habían extinto mi voz, y no hablaba, solo lo miraba, con el corazón latiéndome al cien.

- Tom, no bajes ahora, por favor, ¿está bien?- asentí levemente.

Papá se erguió y caminó hacia la puerta, cerrándola con delicadeza. En mi habitación todo se hizo silencio, excepto por la tormenta que hacía afuera. Quité mis zapatos y deshice la cama; me metí en ella, abrazando mi almohadón, cobijando todo mi cuerpo por completo, hasta mi cabello. Comencé a llorar en silencio; sí… mi primera reacción ante lo que pasaba en este momento.

9- Diciembre- 7:30 am

- Tom, despierta, es tarde para ir al colegio.- entreabrí mis ojos, mirando a mamá que sacaba mi uniforme y lo colocaba en mi cama.

- No…- dejó de entre buscar mis zapatos y me miró, seria.

- ¿Qué?- saqué las cobijas de mi cuerpo y la mire yo también, con la misma seriedad.

- Mamá, no quiero ir al colegio.

- Tienes que ir, Tom.

- No puedo… no quiero…- bajé la mirada, con los dientes castañeándome por el frío. Ella se acercó, sentándose a mi lado, sin decir una palabra por un pequeño minuto.

- Los oficiales nos están ayudando, ¿sí?- puso su mano en mi pierna. –Debemos tener confianza.

Miré a la ventana,  en silencio, sin respuesta a sus palabras que en realidad no eran más que eso: palabras que en este momento no  me servían de nada, no quería ni escucharlas.

- No vayas al colegio hoy, ¿bien?- asentí, sin mirarla. – Hey…- la miré; ella sonreía forzosamente; sus ojos estaban húmedos, pero ahí estaba su sonrisa, mirándome a los ojos. –Vamos a estar bien.- Asentí.

Ella salió de mi habitación; recargué mi espalda en la cabecera de mi cama y cerré los ojos, imaginando una realidad distinta. Pero no la había. Me pregunté “¿Por qué?” en mi interior, y la respuesta no la encontré ni en el más oscuro recoveco de mi mente.

La tarde se me pasó entera en pensar; en estar con mi propia compañía en mi habitación; en alegarle a la vida por abrirnos la puerta de un camino erróneo. En el umbral de la puerta vi  a Georg y a Andreas, sonriendo, mirándome ambos con confusión y felicidad.

- ¿Por qué no han ido a la escuela?- bajé la mirada sin respuesta; ellos se acercaron a mí, sentándose en mi cama. -¿Qué te pasa, Tom?

- Ha… ha pasado algo…- dije en un hilo de voz. Ambos se miraron unos segundos, y después me miraron a mí, en busca de una explicación. –Bill… han secuestrado a mi hermano…

6 comentarios:

  1. Omg! O.o Me encantó, se ve realmente interesante. Espero que subas pronto el primer capítulo ^^ Saludos!

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  2. se ve genial espero el primer capitulo

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  3. wooooooooo OMG esta super interesante el prologo ya quiero leer el primer cap!!!!! como siempre tus fic's son geniales y hermosas eres la mejor escribiendo soy tu fan 100%..espero que subas pronto...chao cuidate besitos :)

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  4. Wiiii me enccantto el prologgo espero con ansias el primer capitulo! :)
    cuidatte & un abrazoooo
    :3

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  5. oooooooooooooooo o_O que geneal esta el prologo por favor sube rapido :Q__

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