By Bill
Estas últimas horas he sido completamente humillado.
Ese hombre me obligado a orinar en sus narices, me ha golpeado y herido
verbalmente. Quiero salir de aquí, solo quiero eso.
- Dime porqué tus padres no me contestan al
teléfono.- me dijo, furioso.
- N…no sé…- emití en un hilo de voz, sin mirarle a
los ojos.
- Eso significa que debes quedarte aquí, más tiempo,
conmigo.
- No… por favor…- mis ojos volvieron a llenarse de
lágrimas; nunca había llorado tanto tan seguido.
- Hey, hey, ¡me estás cansando, imbécil!- lo miré,
temblando, con miedo. –Deja de llorar.
- ¿Por qué me has... secuestrado?- limpió mis lágrimas,
sonriendo con malicia.
- Porque he querido destrozar a tu familia.- bajé la
mirada, pero él tomó mi quijada, haciéndome levantar la cabeza. -¿Tú tienes un
hermano, cierto?- asentí. -¿Cuántos años tiene?
- Di-dieciséis…
- ¿Y tú?, ¿eres más grande o más pequeño?
- S-somos ge-melos…
- Ah, entonces a tus padres no les importas, en fin,
tienen uno igual que tú.- lo miré serio, apretando los dientes.
- No es cierto… ¡mis papás si me quieren!
- No responden mis llamados, han pasado días y en la
tv no ha salido un anuncio de tu rescate; tienes un gemelo, ¡uno mejor que tú!-
se carcajeo. –Tus papás no te quieren, ellos ya no te buscan.- la sangre me
hirvió dentro de mí, apreté mis dientes aun más.
- ¡NO ES CIERTO!- retrocedí, a punto de caer al
suelo en respuesta a su golpe en mi mejilla. Él me miraba, enojado, respirando
entrecortado, frunciendo el entrecejo. Tomé mi mejilla con mis manos,
mirándole, aterrado.
- ¡No acepto que me grites de esa forma, hijo de
puta! ¡Ven aquí!- negué, retrocediendo. -¡QUE VENGAS, TE DIGO!- volví a negar,
muerto de miedo. Mi corazón latía tan rápido que podía ver mi pecho subir y
bajar a su ritmo.
Él me tomó los brazos, acercándome a él. Miré sus
ojos, aterrado. Volvió a sacar su navaja y la acercó a mi cara, mientras yo,
como instinto, cerré mis ojos para no mirar lo que iba a hacerme. Me jaló el
cabello y comenzó a cortarlo.
- ¡NO, NO! ¡¡POR FAVOR, DEJAME!! ¡¡DEJAME!!
- ¡Cállate, idiota, o lo hago con mis manos!
- ¡DEJAME, SUÉLTAME!- tomé sus brazos, intentando
separarlo de mi. Él me dio un manotazo en la cara y aventó la navaja. -¡no! por favor… por
favor…-chillé.
- ¡Yo te lo dije, eres un puto sordo! ¡a la otra
escucha y no me provoques!- sacó mechones de mi cabello con sus manos, arrancándolo sin piedad, sin
compasión, mientras yo gritaba y lloraba, a él parecía no importarle.
Me tomó de los brazos y me azotó al suelo, tirándome
mi cabello arrancado sobre mis piernas. Él, una vez más, empezó a reírse.
- Oh, pobre muñequito, acaban de quitarle su lindo
cabello.- salió de ahí, cerrando la puerta en un portazo.
Sollozando con fuerza, coloqué la mano en mi cabeza,
adolorido, verificando cuanto cabello había arrancado. Tomé el cabello de mis
piernas y lo aventé lejos de mí.
-…Ayúdenme a salir de aquí…- dije en un hilo de voz.
La puerta volvió a abrirse y él, en un lapso de 5
segundos, dejó la comida frente a mí y un vaso de agua, un muy pequeño. Salió
de ahí sin siquiera mirarme y yo, algo ansioso, comí todo, sin dejar esta vez
que los roedores me robaran alguna miga.
Limpié mis lágrimas, y me recosté en el suelo, boca
arriba, intentando conciliar el sueño. Cerré los ojos, apartándome de este
horrible lugar, imaginando que esto era solo una pesadilla, que despertaría e
iría a la escuela, que mi hermano estaba ahí, que papá nos silenciaba con
gritos… y de pronto, solo me quedé dormido.
[…]
El chillido de una rata me hizo despertar de golpe,
tallé mis ojos y me senté, recargado en la pared. Comencé a jugar con mis uñas,
quitándole el barniz negro, serio. Mi cuerpo se paralizó al escuchar la llave
de la habitación entrando, la perilla dio vuelta y la puerta se abrió. Su enorme
boceto apareció, y fue aclarándose al tiempo que se acercaba a mí; sus ojos se
posaron en el plato, en donde algunas moscas se paraban y revoloteaban
alrededor.
- Ah, pero que buen niño, ¿ahora sí tenías hambre?-
sonrió. –Me parece que alguien quiere jugar hoy, ¿verdad?
- NO… ¡NO QUIERO!
- Te he dicho que no me gusta que grites.
- No quiero jugar…
- ¿Por qué no?, es divertido.
- Quiero regresar a casa… quiero irme de aquí.
- Recuerdas
lo que platicamos ayer, ¿no?- sonrió. –Tus papás no te quieren, no te buscan
más. Así que te tendrás que quedar conmigo toda la vida.- bajé la mirada a mis
pies, los cuales estaban sucios y lastimados; él tomó mi quijada y levanto mi
cabeza. –Oh, pobre niño, deja de llorar.
- No estoy llorando… mis papás sí me quieren…
- Si te quisieran ya estarías devuelta en casa.
- Ellos sí me quieren… yo sí volveré a mi casa…
- Pero, puedo matarte hoy, y no regresarás aunque
tus papás te busquen, ¿cierto?
Mi corazón volvió a acelerarse, escandalizado,
muriendo con cada latido; y mis ojos se llenaban de lágrimas, humedeciéndose
tan rápido mientras él solo sonreía.
- Por favor… no me mates, no me mates…
- Pero yo no voy a matarte, pequeño, te matarán mis
compañeros, ¿quieres verlos?
- NO…NO…- supliqué, mirando a sus ojos. Se levantó
del suelo y camino fuera de la habitación. Al volver tenía dos perros Doberman
tan grandes que llegaban hasta sus muslos; los tenía en dos cadenas gruesas de
metal, mientras sonreír.
- Ellos son mis compañeros, ¿Cuánto tiempo les das
para matarte? Quizá un minuto… quizá menos…- se carcajeó.
- Por favor, por favor, por favor…- suplicaba,
mirando a esos dos perros, que se sentaban a su lado, erguidos por completo.
Se acercó a mí con esos dos animales, cerré los
ojos, quitando mi mirada de esos perros, nunca había estado más asustado, mi
corazón nunca había sufrido tanto. Sentí mi pecho apretarme, sentí las
respiraciones de los perros en mi piel, y de pronto, sentí mi cuerpo desplomarse
en el suelo.
By Tom
Al paso de dos semanas, papá y mamá se preocupaban
cada vez más, y me habían quitado de pronto todos los permisos para ir a
terminar el proyecto en lo de Gustav.
Es el descanso en la escuela, los cuatro estamos
sentados, en silencio; aun que el silencio no dura mucho, Gustav suele hablar
bastante.
- ¿Por qué no has ido a mi casa, Tom?
- Papá y mamá se han puesto tan torpes, no quieren
que salga porque “puede pasarme lo mismo que a mi hermano.”- rodee los ojos,
enojado. –No me prestan atención nunca, todo es Bill, Bill y Bill.
- Entiéndelos, amigo, están preocupados por él.-
dijo Georg.
- Bien, y lo entiendo, yo también estoy mal por él,
pero no deben quitarme atención a mí.
- Verás que esto será solo una mala pasada, Tom, eso
me pasó con mi hermana.- dijo Andreas mirándome. –Cuando tuvo un accidente.
-Pues eso espero…- sonreí.
Volvimos a guardar silencio; mi mirada se posó en un
grupo de compañeros que nos miraban mientras reían; en especial me miraban a
mí. Quité mi mirada de encima suyo, pero al volverla a levantar, ellos estaban
frente a nosotros.
- ¿Qué quieren?- pregunté indiferente.
- ¿Por qué
Bill no ha venido hoy tampoco?
- Está enfermo.- dije serio, mirándoles de arriba a
abajo.
- ¿Estás seguro?, porque he escuchado que lo han
secuestrado, ¿es verdad?
- ¿Quién te ha dicho eso?- ellos comenzaron a reír y
caminaron, dándonos la espalda. Mis manos se hicieron puños, me levanté de ahí
y caminé hacia ellos, jalando la playera de uno. -¿¡Quién te ha dicho eso?!- él
sonrió.
- No fue necesario que alguien me lo dijera, en las
noticias ha salido.- rió y sin más, me dio la espalda.
- Mierda…
No sabía exactamente la razón por la cual no quería
que todos se enteraran de lo que había pasado en nuestra familia. Tal vez
porque era solo nuestro problema, nadie más tenía que entrometerse.
[…]
- Hey, Tom, ¿por qué ocultaste la verdad de tu
hermano?
- No te importa, vete de aquí.
- ¿No querías que tu hermanito te ganara la
popularidad?
- ¡Guarda silencio!
- Vamos, Tom, si te hubieras puesto a llorar por él,
todos te admirarían por ser tan buen hermano, ¿pero ocultarlo?
- ¿Y tú desde cuándo me hablas?, ¿Acaso me he puesto
un letrero en la espalda para que me hables?- Nick era una de las personas más
castrantes en la escuela, nunca hablaba con alguien que no fuera su estúpido
grupito a menos que algún rumor se hubiera expandido.
- Bueno, es que me pareció algo extraño que alguien
como tú echara a su hermano por el váter.
- Nadie debía enterarse de ello, no es gracioso.
- Bueno, no es gracioso que tu hermano esté siendo
golpeado y violado en algún lugar, pero sí lo es que hayas querido mantenerlo
en un secreto por tu popularidad.
- Yo no hice absolutamente nada por la puta
popularidad.
Me fui de su vista, buscando a mamá con la mirada,
esperando que llegara lo más pronto posible, antes de que algún otro imbécil
viniera a hablarme. Al encontrarla, entré al auto rápidamente y la mire,
completamente molesto.
- ¿Qué te pasa, Tom?
- ¿Por qué has hecho anuncios sobre Bill, mamá?-
dije algo menos molesto.
- No entiendo porque te enfadas, Tom, es para
encontrarlo.
- Todos en el colegio se han enterado.
- Eso no es malo, Tom, podemos encontrarlo.
- He reprobado el semestre, ¡porque ustedes no me
han dejado ir a lo de gustav!, ¿y sabes qué es lo peor?, ¡Que por su culpa a
mis amigos también les han reprobado!
- Eso puede arreglarse después.
- ¡¿Es que no entiendes?! Mis amigos y yo nos hemos
llevado la materia por culpa de ustedes, mamá.
- Es más importante tu hermano.
- ¿Es más importante que yo?
- Entiende que es una materia contra la vida de tu
hermano.
Me quedé en silencio, sin mirarla hasta llegar a
casa. Bajé del auto y corrí a mi habitación, molesto. Aunque eso no duró
demasiado, pues mamá me gritó que bajar a comer. Lavé mis manos y caminé al
comedor, sentándome con seriedad, sin prestarles mucha atención.
- Los lugares sospechosos ya están descartados.-
dijo papá, mirando a mamá.
- ¿No estaba ahí?- sus ojos se humedecieron mientras
papá negaba.
- Temen que se lo hayan llevado del país o de la
ciudad.
- ¡No, eso no!... Bill esta aquí, lo encontraremos.
- Eso lo sé, solo debemos rezar porque él esté bien.
- Que no le hayan lastimado.- limpió sus lágrimas.
- Papá- él me miró. –He reprobado el semestre, por
eso de que no dejaron ir a hacer el proyecto.
- Oh, Tom ¡guarda silencio, ahora no importa nada de
eso! ¿¡No ves lo que está pasando con tu hermano?! ¡DEJA DE METERNOS EN MÁS
PROBLEMAS!- gritó mamá.
- Este problema lo crearon ustedes, ¡por ponerle más
atención a los letreros de Bill que a mí!
- Por favor, Tom, ahora no importas ¿sí?, mejor come
y luego vas a hacer tu tarea.
- ¿No importo?, ¡¿Ahora no importo!?
- Sabes a lo que quise referirme. Deja de levantarme
la voz.
- Vete, Tom, vete de aquí.- la sangre comenzó a
hervirme como un torrente por mis venas, y entonces, rompí las cadenas.
- ¡A VECES DESEARÍA QUE BILL NO VOLVIERA NUNCA!
Sentí mi mejilla arder, con un cosquilleo algo
doloroso; sentí como se hinchaba al tacto con mis dedos. Y lo miré con miedo,
con enojo y con decepción. Papá me había golpeado.
- No vuelvas a decir una cosa así.- mis ojos se
llenaron con lágrimas, mientras acariciaba mi piel con nerviosismo. –Anda, vete
a tu recamara, ¡Vete de aquí!
Me levanté de la silla corriendo por las escaleras,
hacia la recamara de Bill, la cual estaba perfectamente ordenada y desprendía
un olor a él, el cual fue como más dosis de rabia, y entonces, deshice la cama
y me metí en ella, abrazando la almohada que tenía su olor, ese jabón para su
cabello de frutas que siempre usaba.
es un poco triste, pero...me encantaa!! y de verdad pregunto ¿de donde sacas tanta imaginacion? porque a mi no me viene de ningun sitio,
ResponderEliminaresta genial esta nueva fic
Awwn me encanta esta Fic es tan triste y bonita... Ayy Adoro como escribes espero el próximo... cuídate mucho mucho mucho...
ResponderEliminarEsta Fic es genial de verdad... y Si no comento en algunos capítulos Lo Siento... pero siempre leo hehe Cuídate bastante... y Gracias nuevamente por esta Fic tan Bonita...! ;-)
wooooooooo me encanto el cap pobre Bill no quiero que le pase nada malo ojala eses hombre lo deje libre y Tom pobre tambien esta sufriendo xq no lo toman en cuenta :/ es tan triste esta fic pero la amo....sube otro xfa quiero saber que pasa... eres genial escribiendo :)
ResponderEliminarcuidate mucho y sube pronto bye :)
woooooww!!!.....
ResponderEliminaresta fic esta genial escribes muy bien tambien me han encantado las anteriores q has escrito... deverdad es un ingenio estarlas inventando!....
sigule esta muy interesante y genial :D